A lo largo de la historia mundial, las mujeres han sido etiquetadas como desiguales y desiguales, lo que ha resultado en que las mujeres rara vez participen en actividades políticas, económicas, deportivas y sociales. Esta situación ha sido legitimada por la publicidad y los medios de comunicación, y se cree que las mujeres deberían participar en ellas. .. El papel principal de esposa y madre prima sobre sus ambiciones profesionales y personales y carece de reconocimiento en el deporte, especialmente en el entrenamiento de fútbol.
Rendimiento del fútbol femenino
Suiza, Islandia, Dinamarca y Francia establecieron torneos de alto nivel en sus respectivas ligas en la década de 1970, según un estudio de la Fédération Internationale de Football Association (FIFA). Entre 1980 y 2000 se sumaron países como Italia, España, Japón, Alemania, Nigeria, Argentina, China y Nueva Zelanda, consolidando el lugar de la mujer en el fútbol y abarcando todos los continentes.
Pero sólo con la creación de la Liga de Campeones europea femenina en 2001/2002. En la temporada de 2018, el prestigio del fútbol femenino ganó reconocimiento mundial.
Quizás la consecuencia de este crecimiento sea que más de mil millones de televidentes vieron el Mundial femenino de Francia 2019, lo que demuestra que cuando hablamos de aficionados, ya no hablamos de mujeres ni de hombres, sino de una comunidad que ama. Deportes.
Una encuesta de la consultora internacional Wasserman confirmó el importante aumento del interés del público y mostró que el 88% de los aficionados al deporte verían más partidos de fútbol femenino si tuvieran más oportunidades.
Hoy en día, las mujeres en el mundo del fútbol están rompiendo estas categorías o barreras de género. Cada vez más mujeres participan en los recintos deportivos no sólo como aficionadas, sino también como árbitros de partidos, médicas de equipo, periodistas profesionales en el ámbito de las competiciones, reporteras de televisión, etc.
La tarea ahora es involucrar a las mujeres a nivel mundial y nacional en la toma de decisiones en todos los niveles, incluidos los comités ejecutivos, a través de estructuras organizativas apropiadas, y centrarse, cuando corresponda, en promover el fútbol femenino en el deporte y la sociedad.
